“……. y vivieron felices y comieron perdices.”
Sin duda es un final de un cuento, porque la realidad no siempre es color de rosa y no existe eso de vivir feliz por siempre jamás. Debemos enseñar a los niños/as que la felicidad es algo que depende de ellos, que ellos son los máximos responsables de su felicidad y en sus manos está decidir cómo enfrentar la vida y cómo sentirse con ellos mismos. Pero siendo consciente de que ni siquiera uno mismo puede lograr ser feliz durante todo el tiempo.
La vida real está llena de sorpresas y no es una expectativa realista pensar que si no somos felices entonces algo anda mal en nosotros. Todos tenemos días malos y días buenos, algunas veces estamos tristes y algunas felices. Podemos enseñar algunos trucos a los niños/as para aprender a recoger y almacenar felicidad; uno de ellos se llama “la lista de la felicidad”.
Se trata de enseñar a los niños/as a fijarse en los acontecimientos positivos que conllevan sentimientos de felicidad. Se escriben cinco cosas que le hayan sucedido ese día y que le hayan hecho sentir bien. No tienen porque ser grandes cosas, sino más bien cosas pequeñas que normalmente no notamos pero que ponen una sonrisa en nuestro rostro. La felicitación de la profe, mis zapatillas nuevas, jugar con mis amigos a un juego divertido, acariciar a mi gato, correr en el parque, un pájaro que hemos visto posado en una valla, una libélula…..
Es un juego que puede hacerse todos los días antes de irse a dormir o ir anotando en una libreta de bolsillo durante todo el día. No todos los días van a ser de color de rosa, pero con eso ya contamos y no nos desanima, porque nuestra lista de la felicidad eleva nuestro poder personal, nos enseña que somos responsables de nuestra felicidad y que podemos escoger cómo experimentar la vida.
La lista de la felicidad es un almacén de buenos sentimientos al que recurrir cuando se tenga un día malo y volver a experimentar así un buen sentimiento, así como utilizarla para escoger algo que se quiera experimentar de nuevo, como por ejemplo, dar un paseo con mamá, tomar un helado con papá….. Es muy gratificante realizar la lista de la felicidad con los hijos/as, ya que afianza las relaciones y establece un clima de afecto.
La lista de la felicidad fomenta pensamientos positivos contra la frustración y aunque la vida no siempre es de color de rosa, tampoco es tan negra como la pintan, sino que depende de cómo queramos experimentar los acontecimientos.
¿A qué esperas? Coge la primera libreta que encuentres ¡y ponte a ello!.
“……. y vivieron felices y comieron perdices.”
Sin duda es un final de un cuento, porque la realidad no siempre es color de rosa y no existe eso de vivir feliz por siempre jamás. Debemos enseñar a los niños/as que la felicidad es algo que depende de ellos, que ellos son los máximos responsables de su felicidad y en sus manos está decidir cómo enfrentar la vida y cómo sentirse con ellos mismos. Pero siendo consciente de que ni siquiera uno mismo puede lograr ser feliz durante todo el tiempo.
La vida real está llena de sorpresas y no es una expectativa realista pensar que si no somos felices entonces algo anda mal en nosotros. Todos tenemos días malos y días buenos, algunas veces estamos tristes y algunas felices. Podemos enseñar algunos trucos a los niños/as para aprender a recoger y almacenar felicidad; uno de ellos se llama “la lista de la felicidad”.
Se trata de enseñar a los niños/as a fijarse en los acontecimientos positivos que conllevan sentimientos de felicidad. Se escriben cinco cosas que le hayan sucedido ese día y que le hayan hecho sentir bien. No tienen porque ser grandes cosas, sino más bien cosas pequeñas que normalmente no notamos pero que ponen una sonrisa en nuestro rostro. La felicitación de la profe, mis zapatillas nuevas, jugar con mis amigos a un juego divertido, acariciar a mi gato, correr en el parque, un pájaro que hemos visto posado en una valla, una libélula…..
Es un juego que puede hacerse todos los días antes de irse a dormir o ir anotando en una libreta de bolsillo durante todo el día. No todos los días van a ser de color de rosa, pero con eso ya contamos y no nos desanima, porque nuestra lista de la felicidad eleva nuestro poder personal, nos enseña que somos responsables de nuestra felicidad y que podemos escoger cómo experimentar la vida.
La lista de la felicidad es un almacén de buenos sentimientos al que recurrir cuando se tenga un día malo y volver a experimentar así un buen sentimiento, así como utilizarla para escoger algo que se quiera experimentar de nuevo, como por ejemplo, dar un paseo con mamá, tomar un helado con papá….. Es muy gratificante realizar la lista de la felicidad con los hijos/as, ya que afianza las relaciones y establece un clima de afecto.
La lista de la felicidad fomenta pensamientos positivos contra la frustración y aunque la vida no siempre es de color de rosa, tampoco es tan negra como la pintan, sino que depende de cómo queramos experimentar los acontecimientos.
¿A qué esperas? Coge la primera libreta que encuentres ¡y ponte a ello!.